Tengo un par de Renos

28.6.07

PARIS HILTON Y EL ROCK DE LA CÁRCEL


Paris Hilton es muy lista. Eso nadie lo puede negar. Podemos gritar a los cuatro vientos que es una pija hortera. Que es la más guarrilla de todas las celebrities que ha conocido el mundo moderno. Que su vida se basa en compras, fiestas, drogas, sexo y una pose en cualquier evento. Que a esperpéntica no le gana nadie. Ni a absurda. Ni a inútil. Ni a estúpida. Sí. Todo eso es cierto. Pero por mucho que nos duela, hemos de reconocer que Paris, la heredera del imperio hotelero Hilton, es más lista que el hambre.

Esta mujer de negocios que consiguió acabar el high school de purita casualidad (parece ser que dedicaba más tiempo a sus corografías de animadora díscola y a sus amoríos teen que a lo que es mirar un libro de texto), si se lo propusiera sería capaz de cagar billetes de cien dólares. Y es que todo lo que toca la Hilton se convierte en oro. Incluso ha sido, y muy pocos pueden decir esto, capaz de acuñar una frase como propia: "that's hot". Y ahora la va a comercializar como marca de una línea de pantalones que va a diseñar. Porque Paris es todoterreno y autodidacta. Lo mismo te canta que te saca un perfume. Lo mismo te escribe un libro que te diseña unos pantalones. Lo mismo te actúa que te monta un garito nocturno. Lo mismo resulta que es más lista de lo que muchos piensan.




Paris, que tiene el honor de ver su nombre escrito en el libro Guinness de los Récords por ser la celebridad que más aparece en los medios de comunicación, ha salido de la cárcel. Y como era de esperar ya empieza el negocio. Salió de su reclusión como la que sale de la entrega de los Oscar. Con lo que llevaba puesto encima se podría dar de comer a media África. Vestida impecable. Maquillada como una puerta. Abrazo lacrimógeno con la familia grabado por las cámaras de medio mundo. Entrevista en el programa de máxima audiencia en EE.UU, Larry King Live, de la CNN. Y ahora. A sacar partido. La Hilton quiere escribir un libro de su experiencia. Quiere fundar un hogar de "transición" para las mujeres que salen de la cárcel. Y seguramente aprovechará el tirón para sacar más productos al mercado. Nunca a nadie le sentó tan bien la cárcel. Ni le dió tanta pasta.


Eso sí. La Hilton ha confesado que la cárcel le ha cambiado la vida. Que nunca más hará de la fiesta un modo de vida. Ha dicho que rezó con una monja que había en la cárcel todos los días y ahora se nos ha hecho una ferviente seguidora de Dios. Que es lo más cool que hay en estos momentos. Veremos cuanto le dura...

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22.6.07

SOLDADOS DEL AMOR

Todos nos reíamos, allá por los años 90, cuando esa mala imitación de Madonna que responde al nombre de Marta Sánchez transformaba una fragata del ejército español en un macro escenario para su particular concierto. Enfundada en una vestimenta de la más minúscula a la par que hortera, y ante la atenta y lasciva mirada de los pobres soldaditos que allí se reunían, la cantante se desgañitaba al ritmo de "Soldados del amor", su último hit. La rubia de bote, entre bailecitos ochenteros y sonrisas de ánimo para las tropas, decía cosas como "tú y yo, soldados sin batallar" o "tu y yo, soldados del amor". Y todos flipábamos ante esta suerte de revival americano de los años 50 con Marylin Monroe, pero a lo patrio.

Sin embargo, Marta, que siempre ha sido muy visionaria, estaba anticipando con la letra de su canción lo que años más tarde habría de suceder.

Y es que nos enteramos ahora, gracias al colectivo sunshine-project (organización que se encarga de luchar contra las armas biológicas en todo el mundo), que Estados Unidos intentó crear en el año 1994 una suerte de bomba gay. La idea era sencilla. Crear un agente químico de alto poder afrodisíaco que al ser inhalado levantara las más bajas pasiones de los soldados enemigos para con su compañeros. Lo cual convertiría el campo de batalla en una gran orgía de soldaditos. Así sería mucho más fácil acabar con ellos.






Aunque parezca absurdo, lo cierto es que esta noticia es tan real como la vida misma. El Pentágono, a pesar de sus excusas y sus ni confirmo ni desmiento, destinó 7'5 millones de doláres a tal efecto. Para crear la bomba gay definitiva. Pero la cosa no quedaba ahí. También investigaron agentes que hacían a los soldados enemigos tener una alta sensibilidad a la luz del sol. Y otro que creaba abejas muy cabreadas y agresivas. Supongo que la situación en el campo de batalla sería dantesca. Como el sol les haría mucha pupita a los enemigos, pues se tendrían que retirar a las cuevas de las montañas. Allí, follarían unos con otros como perros, embrutecidos por el gas rosa. Y cuando estuvieran en pleno acto, las abejitas radioactivas les picarían con toda su mala leche en el ciruelo, dejándoselo como un bate de béisbol. Muy buen plan, la verdad. Aunque algo rocambolesco en plena era de bombas inteligentes y armas tecnológicamente sofisticadas.

Lo cierto es que, por unas cosas o por otras, Estados Unidos no deja de sorprenderme. Aunque bien pensado, la idea de convertir en maricones a todo pueblo que se rebele contra el gran imperio no es mala idea. Así, se aseguran que durante varias generaciones dicho pueblo no va a procrear, con lo cual un lugar menos donde batallar. Y un lugar más dónde los gays americanos pueden ir a disfrutar de unas vacaciones sexuales.

Surrealista. Pero ya lo decía nuestra querida Marta. Tú y yo, soldados del amor.

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18.6.07

DESCUBRIENDO A ZHANG


Últimamente ando algo raro. No es que tenga una pata chula así, sin previo aviso, de la noche a la mañana, y camine de manera extraña por las calles de Madrid. Es que me encuentro un poco desubicado. Un poco con la crisis de los treinta. Y me he encerrado en casa, cual monje tibetano, en un alarde de resistencia. Porque he descubierto que puedo pasar muchas muchas horas, incluso días, encerrado en un cubículo de 30metros cuadrados. Sin pisar la calle. Y sin volverme excesivamente loco. Lo cual me hace suponer que de lo malo, podría resistir bastante bien un secuestro express.

Este encarcelamiento voluntario se completa con un ataque de limpieza fuera de las leyes de la razón y la lógica. Yo, que nunca he destacado por mis dotes de organización, me he erigido en firme capitan de un pelotón de batalla compuesto por mi mismo y mis voces internas, con la intención de ganar la guerra al desorden. He tirado cientos de cosas a la basura: objetos estúpidos que abarrotaban mis estanterías, ropa, cintas de video,... He dejado a mi casita tiritando. Con lo fundamental. Y todo muy bien organizado y potenciado según las directrices del feng-shui. Técnica de la que soy ferviente seguidor. Sí. Quizás si me he vuelto un poco loco ante el encierro. Pero bueno, es lo que tiene. Eso sí, tengo la casa como una patena. Loco. Sí. Pero muy limpio.

El caso es que el jueves pasado mi encierro llegó a su fin. Sin premeditarlo. Y pasé de no ver la luz del sol, a no ver la puerta de mi casa durante cuatro días. Todo el día de comidas, cenas, cervezas en terracitas, reencuentros con antiguos amigos,... La otra cara de la moneda. Y en una de éstas. Le descubrí a él.




Descubrí a Zhang Huan.

Zhang Huan es un artista chino del que ahora, gracias a PHE07 y en la Fundación Telefónica de Madrid, podemos disfrutar. Es un tipo extraño, uno de los primeros artistas chinos en utilizar la performance como canal de expresión artística. Zhang Huan (Anyang, Henan, China, 1965) trabaja única y exclusivamente con su cuerpo, convirtiéndolo en su herramienta de trabajo artística. Realiza perfomances bastante impactantes, sometiendo su cuerpo a condiciones físicas extremas con el fin de comprobar la relación existente entre cuerpo y espíritu. Huan fotografía cada una de sus actuaciones. Pero no como una mera labor de documentación. Las fotografías se convierten en una obra de arte independiente de su progenitora. Y con una fuerza visual, expresiva, lírica, como hacía tiempo que no veía.




Es bastante difícil intentar explicar su obra. Por lo que os recomiendo que os acerquéis a ver la exposición. Merece la pena.


FUNDACIÓN TELEFÓNICA
Gran Vía 28
9 junio-26 agosto
Horario: martes-viernes de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00
sábado de 11.00 a 20.00
domingos y festivos de 11.00 a 14.00

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5.6.07

LOS JINETES DEL BOSQUE BOREAL


Vivir con dos renos en un apartamento de 30 metros cuadrados no es nada fácil. Yo llevo haciéndolo algún tiempo, y en verdad os digo que al final a todo se acostumbra uno. Si pasamos por alto los problemas para conseguir lugares donde mis niños puedan pastar. Si obviamos la facilidad con la que hacen sus necesidades en cualquier rincón de la casa. Y si no le damos importancia al hecho de que tengas que esquivar una cornamenta para hacer cualquier cosa en tu dulce hogar. Si nos olvidamos de todo eso. Tener un par de renos es gratificante. Raro. Pero gratificante.

Y si no que se lo pregunten a los tsaatan. El uténtico y verdadero pueblo de los renos. Ellos son los que han alzado a los renos a la categoría de sagrados. Y no ese gordinflón que vive en Laponia que los esclaviza durante una noche al año. ¡Negrero!



Los tsaatan son un pequeño pueblo nómada de origen siberiano que habitan en la Taiga, uno de los lugares del mundo con el clima más extremo que uno se puede encontrar, pudiendo pasar de 40º en verano a -50º en invierno. Su lugar favorito es el bosque boreal, situado entre el norte de Mongolia y el sur de Siberia. Allí llevan a sus rebaños a pastar. Y allí consagran a sus renos a los espíritus del bosque. Los renos sagrados del rebaño se reconocen por tener el lomo cubierto de polvo de colores y llevar los cuernos decorados.

Los tsaatan viven y dependen de los renos, así como los renos dependen de ellos. Desde muy niños, los tsaatan aprenden a montar a estos simpáticos animalitos como si de un caballo se tratara. Y aprenden todo lo necesario para la conservación del rebaño. De ellos obtienen leche, queso, yogur, pieles... Los productos obtenidos de los renos son la base de su alimentación, que se completa con piezas de caza. Este pueblo vive de forma muy austera. Duermen en camas hechas de piel de reno, en unas tiendas muy parecidas a las de los indios de América del Norte. Esas que siempre se ven en los dibujos animados, de forma cónica. Y tienen muy pocas cosas más. Un hogar para cocinar y para de contar. Pero es necesario que sea así, para poder levantar el campamento en poco tiempo y ponerse en marcha.



El problema es que los tsaatan están desapareciendo. Los renos enferman a causa de los animales domésticos de sus vecinos mongoles. Y si ellos desaparecen, los tsaatan también lo harán. Por otro lado, debido a su cada vez más reducido número empiezan a emparentarse entre miembros del mismo clan. Lo que conlleva problemas de malformaciones.

Los tsaatan, antaño considerados agresivos y peligrosos, son un pueblo amable y simpático. Y es posible ir a visitarlos.

Yo quiero hacerlo. Antes de que desaparezcan. Me llevaré a Ferdy y a Fergy para que pasten con sus amigos mongoles.

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