SEGUIMOS DE VIAJE
Tras el desgraciado incidente en el mercado de abastos de Hakaniemi mis renitos se quedaron abatidos y tristones. La visión de sus congéneres descuartizados y envasados al vacío los dejó terriblemente afectados. Comprensible, desde luego. Carla, Guille y yo decidimos dejarles pasar el duelo. Y cada uno de ellos eligió su particular manera de hacerlo.
Fergy se dio a la bebida. Optó por ahogar sus penas con una caja de cervezas y, ya entrada la noche, se fue a uno de esos locales de masaje Thai que pueblan el barrio donde viven mis amigos. No me pareció muy buena idea, pero tampoco me atreví a impedírselo. Con la mala leche que gasta… Eso si, le di un par de condones por si acaso. Ferdy, por su lado, entró en un estado de melancolía infinita. Lloraba por cualquier cosa. Y dejó de comer. Se pasó toda la noche en vela, mirando al infinito, y mascullando frases ininteligibles. En algún momento de su locura transitoria me pareció entender: “cuarto y mitad no, perra. Cuarto y mitad no, perra.” No quise saber más.
Ante semejante panorama, y teniendo en cuenta que estábamos al principio de nuestro viaje, decidí que a mis niños les sentaría bien respirar aire puro. Reencontrarse con la naturaleza. No tenía la más mínima intención de aguantar su amargura ni un día más. Estábamos de vacaciones, y haría lo que fuera para que olvidaran el dichoso mercado de Hakaniemi.
Cogimos a Ferdy y a Fergy, los montamos en un tranvía y los llevamos al centro comercial de Kamppi. Allí compramos unos billetes de autobús con destino a Porvoo, la segunda ciudad más antigua de Finlandia. Viajamos durante casi una hora a través de unos parajes preciosos. Llanuras, montañas y bosques bañados en blanca nieve. Y al fin, Porvoo.
Esta ciudad situada en la costa sur del país es realmente adorable. Su centro histórico, perteneciente a la Edad Media, estaba plagado de pequeñas casitas de madera que formaban calles serpenteantes tapizadas de nieve. Mis niños estaban excitadísimos. No paraban de recorrer esas calles. Arriba y abajo. Arriba y abajo. Ante la atónita mirada de los escasos turistas que por allí paseaban. Y que a punto estuvieron de chocar con un Fergy descontrolado. No sin dificultad conseguí frenar su ímpetu. Y dejé que se marcharan solos al bosque que circunda la ciudad. Para que retozaran todo lo que quisieran. Se les veía realmente contentos. Felices. Y yo, por primera vez, sentí que era un buen padre.
Mirad la carita de Ferdy...
Mientras los niños disfrutaban en su medio natural, Carla, Guille y yo, que estábamos a punto de la congelación, nos tomamos un café y una tarta en una cafetería de esas que son como la casa de una abuelita. Muy mona. Pero carísima, carísima. Y es que Finlandia es un país con un nivel de vida muy alto, lo cual se traduce en unos precios prohibitivos. Después del café, visita al museo y a las tienditas de souvenirs.
Cuando comenzaba a anochecer, a las cuatro y media de la tarde, recogimos a mis renos para dar un último paseo por la ciudad. Y tomamos el autobús de vuelta a Helsinki. Ni rastro de tristeza.
CONTINUARA…
9 Comments:
"Y al fin, porvoo"
(Y yo pensando que habías pillado!!!)
Ya me habría gustado, pequeño troy. Pero no. Ni Porvoo, ni na. Tendré que marcarme un viajito de turismo sexual a lugares más cálidos...
"cuarto y mitad no, perra" ja ja ja, me ha encantado. Como todos tus posts.
Muchas gracias echalotita mia. Viniendo de ti me hace muchísima ilusión el comentario.
pon más fotos por favor!!
es que me parto!! ja, ja, ja
Besitooos
Entre la sesión de queer as folk k me estoy marcando y la sesión de tu viaje (reconozco k llevaba semanas sin leerte) me estoy partiendo todo el puente jajaja por favor, postea más!! ah... nos tenemos k llevar a ferdy y fergi de marcha una noche con nosostros para que conozcan nuestra segunda adolescencia. Por cierto, no os libráis, el sábado a la boite!!
ferrrrrrrrrrrrrrrrrrr me encantas!!!!!!!
y no puedo yo vivir contigo y con tus renos????yo soy mu madraza!!!
un besazo enorme de la zorri
Zorri de mis amores, aunque mi casita es muy chiquita Ferdy, Fergy y yo estamos dispuestos a hacerte un huequito en ella. Y así me ayudas con ellos, que son tremendones!!!!!!
Jaja, cuarto y mitad no, perra... Es lo mejor que he leído en mucho tiempo. Tronchante.
-CK
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