FERDY vs. FERGY: EL COMIENZO (vol. 1)
Siempre he tenido miedo a la oscuridad.
De pequeño tenía una táctica infalible para esquivarla. Después de tomarme el vaso de leche caliente con mis seis galletas de rigor. Cuando me entraba ese sueño tan rico por tener la barriga llena. Y los ojos se me ponían bizcos mientras intentaba ver la tele. Entonces. Me tumbaba en el sofá con la cabeza apoyada en el regazo de mi madre. Ella me acariciaba el pelo. Yo me quedaba en coma. Al cabo de un rato, mi padre me cogía en brazos y me metía en la cama. Como un héroe de película. Y allí me despertaba yo, a las ocho de la mañana, con la reconfortante luz del día dándome los buenos días.
Pero no siempre tenía tan buena suerte. A veces el sueño se volvía rebelde y sin causa. Y por mucho que yo intentaba acurrucarme junto a mi madre, el muy tozudo se negaba a aparecer. Esas noches, cuando llegaba la hora de acostarse, comenzaba el espectáculo.
Primero cerraba la ventana. Fuera invierno o verano. A mi las estaciones me la traían al fresco. No quería que un fantasma, ser de otro planeta o similar se colara por ella sin permiso. Luego revisaba el armario. Ningún monstruo por aquí. Ningún monstruo por allá. Perfecto. Y lo cerraba con llave, por si acaso. Por último, con la luz encendida, me metía en la cama. De cara a la pared. Tapado hasta la nariz. Si a pesar de las precauciones tomadas algún ser extraño decidía visitarme, tampoco tenía yo por qué verlo. Y empezaba a sudar. Y el corazón que se me salía del pecho. Y mi madre que quería que apagara la luz. Y yo que no. Y de puro agotamiento. De puro terror. Me quedaba dormido.
Es verdad que todavía tengo miedo a la oscuridad. Aunque ya no tengo ataques de pánico. Bueno. Excepto aquella noche. Y con razón.
Llevaba una semana sin fumar. Estaba tan contento. Me sentía tan orgulloso de mi mismo. Tan feliz. Que decidí que me merecía un homenaje. Fui al Burger King y me metí entre pecho y espalda un menú combi. A saber. Una whoper XXL con bacon. Una crispy chicken. Unos aros de cebolla. Unas patatas gigantes. Y una Pepsi. De postre me tomé un sandy con lacasitos. Después de aquello dejé de sentirme feliz. Me sentía gordo.
Llegué a casa y me tiré en la cama. Sé que hay que cenar al menos dos horas antes de irse a dormir. Que hay que esperar a hacer la digestión. Pero por mucho que lo intentaba, no había manera de hacérselo entender a mi pobre estómago. Él luchaba contra la bomba de relojería que le había obligado a procesar. Y pidió ayuda. Todas las energías de mi cuerpo se fueron a echarle un cable. Y a mi me desconectaron. Me practicaron una eutanasia temporal.
Recuerdo que estaba teniendo unas pesadillas horribles. Una hamburguesa gigante me perseguía por la Gran Vía madrileña. Era una hamburguesa americana, porque llevaba puesto un gorro de cowboy. Me tiraba la cebolla a modo de lazo. Y con la lechuga me daba latigazos en la espalda. Castigándome por ser tan foca. Por ser un tragón sin escrúpulos y asesinar vilmente a unos cuantos de su especie. Se reía como una loca. Como una sádica. Y cuando iba a devorarme… Me desperté. Nunca más volvería a ir al Burger King.
Intenté volver a dormir. Y cuando estaba logrando conciliar el sueño, un ruido me sobresaltó. Venía del armario. La puerta estaba abierta. Y eso era imposible. Yo siempre cierro los armarios. Por un momento me pareció ver un par de ojos brillantes. Como los de un gato en la oscuridad. Y me cagué vivo. De pronto volvía a tener seis años. De cara a la pared. Tapado hasta la nariz. Sudando. Pero con la ventana abierta. La luz apagada. Y el armario de par en par.
TO BE CONTINUED...
4 Comments:
Hum... ¡qué suspense! no serán los fantasmas de todas las mascotas por las cuales te culpabilizas, que habrán venido a atormentarte?
Por cierto, deja de ir a comer en Burger King. En el país de las tapas y de los bocadillos de calamares, es un pecado sin nombre! :-)
tú durmiendo y tus sueños, teneis mucho peligro... todavía recuerdo aquel guantazo que me diste en Barcelona mientras, inocente de mi, dormia placidamente. Esa noche la que tenia miedo era yo, je, je.
Besitos
Thank you for your nice comments on my blog artnudes.blogspot.com I'm glad you enjoy it.
¿Quien es Michael?
Publicar un comentario
<< Home